pequeñas hermanas misioneras de la caridad

Congregación femenina fundada en Tortona, Italia, por Don Orione el 29 de junio de 1915. San Luis Orione comprendió la necesidad de contar con una congregación de hermanas, en tanto representantes de la figura femenina-materna, del vínculo primario, materno-filial, para el cuidado y atención de los enfermos, pobres y abandonados, teniendo a la Virgen María como madre de todas las madres y un modelo a seguir.

“Misioneras de la Caridad quiere decir Misioneras de Dios, porque Dios es caridad. 
Quiere decir Misioneras de Jesucristo porque Jesucristo es Dios y es caridad. Quiere decir Misioneras, esto es, evangelizadoras y siervas de los pobres porque en los pobres nosotros servimos, confortamos y evangelizamos a Jesucristo”. (Don Orione 18/08/1921) 

Conocé más de nuestra Familia religiosa en:
https://www.hermanasdedonorione.org.ar
http://www.suoredonorione.org

Proyecto Apostólico de las PHMC

Como toda Congregación, las Pequeñas Hermanas de la Caridad, poseen un Proyecto Institucional que consta de normativas apostólicas, que hacen a su identidad como congregación y a partir del cual llevan a cabo todas sus misiones y proyectos de caridad, ya sea educativo, comunitario o socio-sanitario. Es el eje que modela su acción y pensamiento, pero también un “estilo” de vida signado por determinados valores y actitudes que hacen al DEBER SER de la institución P.H.M.C.

Espíritu de Familia

Propiciar el clima de benevolencia, calidez, comunión y fraternidad donde todas las residentes se sienten en su casa. 
Cada una se siente reconocida, respetada, amada y que ocupa el centro de atención, porque no es un «número», no es un «caso», no es una «paciente» con tal patología o discapacidad, sino un individuo con sus derechos y potencialidades a desarrollar, encontrando esa ayuda que facilita el llevar con serenidad el peso de la propia condición y se ayuda con sencillez y humildad.

Ternura Materna

Relaciones y servicios basados en un afecto pleno de misericordia. La Virgen María preside nuestra casa como Maestra y Modelo en cada etapa de la vida con su atención, ternura y cuidados maternos. 
Las residentes encuentran un Hogar para toda la vida, atención de salud integral, acompañamiento y rehabilitación para cada patología en particular en tanto persona única e irrepetible, espacios de recreación y disfrute, y también aquella madre que lamentablemente no tuvieron o han perdido.

Compasión y Solidaridad

Sensibilidad en gestos concretos, participación en las dificultades, en los momentos difíciles, en el sufrimiento y en el dolor de los demás, estar presentes para aliviar el dolor físico y moral. Lo que implica un fuerte compromiso con la Caridad y la Justicia.

Don de Servicio

Ser útil a los demás con mil formas de “pequeñas” prestaciones, hacerse prójimo del otro, con la voluntad de crear una comunidad de servidoras, creativas en el amor, el que se transforma en cuidado y solicitud por la vida, mediante la atención abnegada hacia cada persona.

Gratuidad y Gratitud

Expresada en un clima de reconocimiento, marcado por nuestro tradicional “Deo Gratias”, como señal que “gastar” la vida en darse mutuamente es el modo evangélico para conquistarla. Sentir y demostrar que el otro es alguien para nosotras, que su rostro es único, que sus vicisitudes no son un “caso”, sino la continua encarnación de Jesús en cada ser humano.

Alegría

Expresada en lo cotidiano, como la alegría de estar juntas, como Hermanas, de servirnos mutuamente y servir a los otros, recibir el don de los otros. Alegría que, sustentada en la fe y la esperanza, permite sobrellevar con el otro y en comunidad los momentos difíciles, el dolor y la enfermedad, y adversidades de la vida.

Clima de Oración

Clima de silencio, gestos y música, de palabras y cantos, donde la oración como laus perennis (actitud de alabanza continua) da el tono al ambiente con formas oportunas, pedagógicamente creativas, teniendo en cuenta la psicología de cada persona, sus momentos y su sensibilidad.

Amor a María

Virgen María, preside nuestra casa, acompaña la vida y el camino de fe de todos los que llegan al Cottolengo Femenino y está cerca de toda persona que sufre, con sus atenciones, ternura y cuidados maternos. “La Virgen María llama a nuestra Congregación a ser una Congregación Mariana, que vive de amor a Dios, a la Iglesia, a los pobres, todo a través del amor a la Virgen. Ella es el camino más seguro para ir a Jesucristo…Amando a María estamos seguros de amar a Jesús.

Reconociendo el Rostro de Cristo

Reconocer a Cristo en el rostro de los otros, en el prójimo, y en particular de los que sufren. Porque “la hermana, como verdadera madre, verdadera hermana, se dona con gran espíritu de sacrificio a los disminuidos, los ancianos, los discapacitados, en los cuales se sirve a Jesucristo: cuida cuerpos para salvar almas y llevarles el consuelo y la luz de la fe”. (P.H.M.C. Normas Generales).

Apertura

Comprender, dialogar y acoger a las distintas culturas. Saber leer e interpretar los signos de los tiempos, comprometer a todos en la promoción y valorización de la vida y del sufrimiento humano sin distinciones.