SAN LUIS ORIONE

El sacerdote Luis Orione nació en PontecuroneItalia, el 23 de junio de 1872, en una familia de humildes trabajadores. Desde niño conoció la triste condición de los más humildes y los rigores de la pobreza. El contacto con tantas injusticias sociales y en un mundo que iba descristianizándose, alzó la bandera de la caridad de Cristo: “La caridad y sólo la caridad salvará al mundo”. 

Don Orione dedicó su vida a amar y servir al Señor en los más humildes, en los más pobres y desposeídos. Muy joven, aún seminarista, comenzó su labor social y evangélica  creando institutos educativos para jóvenes marginados y, más tarde, hogares para personas con discapacidad. 

La Pequeña Obra de la Divina Providencia actualmente está difundida en más de veinte países. Don Orione hizo de su vida un holocausto, un martirio, un canto fiel hasta el día de su muerte, el 12 de marzo de 1940. Toda la vida de Don Orione fue un camino de santidad, que lejos de quedar encerrada en el ámbito de la Iglesia, pretendió llegar hasta lo más profundo de la sociedad y sus estructuras. 

“Más que ser santos de Iglesia, seamos santos del pueblo y de la salvación social”, afirmaba con vehemencia. 

 

 

 

El Papa Juan Pablo II lo beatificó el 26 de octubre de 1980 y proclamó santo  el 16 de mayo de 2004, afirmando que “Don Luis Orione se nos presenta como una maravillosa y genial expresión de la caridad cristiana (…) y es para todos ejemplo luminoso y consuelo de fe”. 

La reliquia de su Corazón incorrupto se encuentra desde el año 2000 en el Santuario de San Luis Orione, en el Pequeño Cottolengo Argentino de Claypole.

Don Orione visitó Uruguay en 1921 y entre 1934/37. Para ese entonces ya era conocido en el mundo como el “Apóstol de la Caridad” y su renombre de Santo lo precedía. En su paso por nuestro país dejó  obras de caridad y la semilla de otras que se consolidarían después a través de los Hijos de la Divina Providencia y de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad.